Como hemos conversado en nuestro blog anterior sobre la fauna interior, la convivencia armoniosa es importante para la existencia de vida en cualquier hábitat, ya sea en el mundo exterior como en nuestro interior. Tal como ocurre en el mundo, los seres vivos que habitan la tierra siempre depende de su entorno y el entorno depende de ellos, lo mismo ocurre en nuestro interior, la microbiota depende del lugar que ocupan y el huésped (nuestro cuerpo) depende de estos ocupantes para varias cosas. Nosotros vimos en los artículos anteriores que estos ocupantes tienen una historia igual a la formación de nuestros cuerpos. Hay investigaciones antropológicas que registran la existencia de los microbios en nuestros cuerpos durante la evolución humana.
Eso significa que existe un terreno común entre los ocupantes y el huésped- un sentido de pertenencia que hace que ambos asuman la responsabilidad de cuidar y apoyar uno al otro.
Responsabilidad del Huésped
El huésped asume las siguientes responsabilidades: proveer el espacio propicio
El cuerpo humano tiene limitadas algunas zonas para que los microorganismos hagan sus colonias. Estos lugares se caracterizan por unas condiciones básicas que son indispensables para el sano vivir y el florecimiento de estos habitantes. Estas condiciones comunes son: temperatura, humedad, acceso a la alimentación y ausencia de irritantes como constantes invasiones de cuerpos extraños.
Estos lugares son: el intestino, similar a una gran metrópoli, este órgano alberga la mayor población de microorganismos que viven en todo el cuerpo. Proporciona todas las condiciones requeridas que son necesarias para un desarrollo favorable de una vida microbiológica de gran salud: condiciones cálidas y húmedas con un suministro constante de alimentos ricos y nutritivos que el cuerpo le envía. Aparte del intestino, hay muchos otros lugares que estos ocupantes han hecho hogar en nuestro cuerpo, como la boca, los órganos respiratorios, los órganos genitourinarios, la piel y algunas otras áreas. Todas estas zonas ofrecen condiciones favorables para sustentar la vida de estos residentes.
Espacio y terreno: los microorganismos requieren un espacio muy pequeño para vivir, pero el número de ellos es tan elevado que requieren suficiente terreno para vivir, esto les ayuda a multiplicarse cómodamente.
Temperatura: durante el largo viaje de la evolución, la vida dentro de nuestro cuerpo ha llegado a ajustarse a una temperatura corporal saludable (alrededor de 37°C), los pequeños organismos unicelulares han aprendido a sobrevivir y prosperar en esta temperatura y son sensibles a las fluctuaciones, etc. Son los órganos del interior del cuerpo. Por lo tanto, es muy importante que el cuerpo se mantenga a esta temperatura normal.
Humedad: El agua es una importante fuente de vida: tanto para el cuerpo como para sus pequeños ocupantes es, como todos sabemos, el néctar de la vida. Los climas secos y áridos soportan muy poca vida y eso también es cierto para el interior. El anfitrión tiene que consumir constantemente suficiente agua para mantener vivas y activas a estas pequeñas criaturas.
Alimentos: todas las criaturas sobreviven con alimentos, los microorganismos no son una excepción. Necesitan nutrientes que les ayuden a realizar sus tareas y multiplicarse en cantidades suficientes que les permitan llevar a cabo sus tareas en beneficio de su huésped. Les gusta mucho el forraje y tienen habilidades para digerir fibras y otros nutrientes, tanto macro como micronutrientes para su propio uso y el de sus anfitriones. Por eso, es muy beneficioso para nosotros alimentarlos con una dieta rica en fibras y otros nutrientes.
La seguridad:
Al igual que nosotros, los microorganismos también están en peligro constante desde diferentes direcciones: otros microorganismos como bacterias dañinas, virus, hongos,pueden entre otros poner en peligro su existencia. Por lo tanto, debemos tratar de evitar las condiciones que los exponen a estos extranjeros que pueden dañarlos a ellos y a su anfitrión, ya que los enemigos son comunes. La contaminación también afecta su vida, al igual que lo es para nosotros, que necesitamos vivir en condiciones ambientales que sean seguras. Necesitamos mantener nuestro exterior limpio para que nuestro interior se mantenga saludable.
Responsabilidades de los residentes:
Vivir en armonía:
Como hemos visto antes, la microbiota es extremadamente diversa. Un cuerpo humano alberga enormes especies de microorganismos que ocupan diferentes geografías del cuerpo humano: órganos, sistemas. Los investigadores han podido identificar alrededor de 1000 cepas diferentes de bacterias solo de voluntarios humanos. Un solo cuerpo humano puede contener muchas de estas especies en diferentes cantidades. Por lo tanto, es muy importante para ellos vivir en armonía y no entrar en peleas internas que puedan provocar una gran perturbación en su anfitrión. El otro aspecto a considerar es que toda la población no es la variedad beneficiosa, algunas especies no son dañinas pero otras sí lo són, especialmente cuando aumentan en número pueden causar daño al huésped. Entonces, la otra función de la mayoría es mantener estos dañinos bajo control. Un hecho importante que se observa a través de algunos estudios científicos es que estas pequeñas fábricas químicas (los microorganismos) juegan un papel vital en la producción de SEROTONINA, un neurotransmisor clave que se produce en el intestino en cantidades superiores a las del cerebro. Debido a este importante hallazgo, se le ha denominado Eje Intestino-Cerebro.
Procesamiento de nutrientes:
La comida que el cuerpo ingiere tiene que ser digerida correctamente para que el cuerpo obtenga su parte de nutrientes. Los microorganismos que viven han aprendido a digerir y procesar alimentos mediante la producción de una variedad de productos químicos como enzimas, etc., que ayudan a descomponer el alimento en formas biodisponibles más absorbibles. Esta es una función muy importante que estos trabajadores realizan. Ellos ayudan a digerir los macronutrientes, sintetizando vitaminas, minerales y otros micronutrientes valiosos de los alimentos que ingiere el cuerpo. Ellos mismos usan algunas cantidades mínimas para su alimentación, pero dejan una buena parte para su anfitrión. Uno de los ejemplos más útiles de esto es el metabolismo de las grasas. Sridevi Devaraj u otros en su papel publicado1 menciona que, las bacterias intestinales, incluyendo probióticos, producen una amplia gama de ácidos grasos que pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Por ejemplo las bifidobacterias intestinales producen ácido linoleico conjugado (CLA), que parecen modular la composición de ácidos grasos en el hígado y el tejido adiposo 1.
Defender y proteger:
Los residentes microscópicos de nuestro cuerpo ayudan en la protección y preservación de la buena salud de muchas maneras diferentes.
Una de las funciones que cumplen estos ocupantes es que forman una cubierta protectora sobre el terreno que habitan, esta es una cubierta protectora a la que en ocasiones se denomina BIOFILM. Esta biopelícula actúa como un impedimento para los intrusos no deseados como los microorganismos dañinos que ingresan a nuestro cuerpo e intentan penetrar el epitelio para acceder a los nutrientes de la sangre.
Las otras formas de protección son químicas, de acuerdo a Gabriel Oliveira, al producir ácidos (AGCC) que acidifican el intestino suprimen el crecimiento de microorganismos que podrían ser patógenos, además de contribuir a la motilidad (tránsito intestinal)2. Esto también ayuda al huésped mediante el uso de su propio sistema inmunológico para evitar las amenazas de otros organismos dañinos y protegerlo del desarrollo de diferentes infecciones e inflamaciones. Ha habido estudios en los que han detenido el crecimiento de células cancerosas en el cuerpo. De esta manera, potencian el propio sistema inmunitario del cuerpo para hacer frente a diferentes amenazas para la salud. También tienen un mecanismo de transferencia de su inteligencia a través de generaciones que ayuda a las siguientes generaciones a reconocer amenazas y métodos para neutralizarlas a través de la producción de anticuerpos y otros químicos (por mencionar algunos nombres).
Como vimos en el desarrollo de este blog, esta es esta es una convivencia armónica entre un huésped y el residente y su comportamiento de beneficio y seguridad de ambos nos dice…TÚ ME SALVAS YO TE SALVO.
En nuestro próximo blog “MI PASTO INTERIOR” hablaremos de la importancia de la alimentación – tanto del cuerpo como la de nuestros pequeños amigos del INTERIOR….
Referencias:
- Devaraj, Sridevi, Hemarajata, Peera, Versalovic, James. La microbiota intestinal humana y el metabolismo corporal: Implicaciones con la obesidad y la diabetes. Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana [en linea]. 2013, 47(2), 421-434[fecha de Consulta 9 de Marzo de 2022]. ISSN: 0325-2957. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53529348019
- Gabriel, innmaculada. Actualización de probióticos, prebióticos y simbióticos en nutrición clínica. Revista de la Sociedad Española de endocrinología y nutrición [ en línea]. 2016. [Fecha de consulta 09/03/22]. Disponible en: ihttps://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-pdf-S1575092216301139
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